El día de ayer me habló Santiago. A veces me parece increíble que después de casi 7 años de estar en un limbo amoroso (por no decir atracción sexual y física únicamente) sigamos con mensajes recurrentes y de manera esporádica.
Santi tiene el gran problema de que nunca cambiara su promiscua e inestable formal de ser… y yo tengo el gran problema de siempre volver a caer aún cuando me he prometido no hacerlo.
La primera vez que lo vi fue en mi cumpleaños número 17.. y, como es costumbre en mis cumpleaños, mi día había iniciado siendo un desastre y no pintaba para mejorar; hasta que sonó mi celular y mi mejor amiga (la cual estará en muchas de mis historias, pues es mi cómplice de tonterías, locuras y sobre todo de vida) y su novio notaron que, como era costumbre, mi familia se había ido a hacer lo que sea que hacían siempre que se iban.
No hizo falta mucho para que MariFer y Eduardo me convencieran de salir. Y en menos de media hora estaban afuera de mi casa para celebrar mi cumpleaños como se debía. Al llegar, la primera persona que vi bajar del auto fue Santi, pero en mi fase de diva de aquella edad provocó que casi ni le dirigiera la palabra.
Y pensar que para el final de aquel día nos besamos….. que digo besar si fue mucho, muchísimo mas que eso (oops!)
No quisiera contar toda nuestra historia en una entrada. Sólo quiero destacar que la última vez que hable con él (mediados de diciembre aproximadamente) tenía como novia a una loca psicópata que además de revisar su celular decidió escribirme por inbox en facebook desde el perfil de Santiago pidiéndome que me alejara de su novio y que ella se iba a casar con él ( Antes de estos incómodos mensajes, habían pasado como 8 meses desde la última vez que yo había sabido de Santi) y que estaba embarazada.
Al día siguiente, recibí una llamada de Santiago pidiendo disculpas y «de paso» pidiendo vernos para platicar… y tonta yo accedí. Es extraño, generalmente dejamos mucho tiempo entre cada encuentro… pero aún así resulta muy fácil para los 2 contarnos todo lo que ha pasado en nuestras vidas, y al decir todo, me refiero a absolutamente TODO.
«ya voy a cortar con ella» «yo no creo que esté embarazada, solo lo hace para amarrarme» «si no fuera porque me debe mucho dinero, ya hubiera terminado con ella»….. Si, Sé que parecen de película sus frases, pero por alguna extraña razón, las creí.. o me hice creer a mi misma que las creía para no sentirme culpable de lo que sucedió después (si, podrán imaginarse que fue lo que sucedió) .
Ahora, justo el día de ayer envió un mensaje, y pasan varias cosas por mi cabeza… pero ninguna se parecer al pretexto que usaré para no verlo o el argumento que debo darme a mi misma para no verlo.
